El filósofo José Antonio Marina propone incentivar
económicamente a los profesores en base a siete parámetros
A cualquier otro, la
fuerte polémica generada estos días por su propuesta de vincular los salarios
de los profesores a su rendimiento pedagógico, justo cuando se encuentra
elaborando el Libro Blanco de la Función Docente, le habría hecho, como mínimo,
tratar de matizar sus palabras. Pero José Antonio Marina, el conocido
filósofo y catedrático de instituto, toda una referencia en el sector educativo
español, está encantado con el debate abierto. «El objetivo es que en este país
se hable de la Educación», dice a ABC.
En noviembre, Marina
tiene que entregar al ministro de Educación un documento con las líneas básicas
de lo que debería ser «una verdadera carrera docente, atractiva y con
progresión». Entre las propuestas que entregará a Íñigo Méndez de Vigo ,
figurarán siete parámetros para evaluar a los profesores y premiar
económicamente a quienes mejores resultados obtengan. Estos siete puntos a
evaluar, explica Marina a ABC serían: «la elaboración de un porfolio con la
progresión académica del docente, la elaboración de un porfolio con la
progresión pedagógica del alumno, la realización de encuestas de evaluación por
parte del alumnado de los profesores, la observación en las aulas de las clases
que imparte el profesor, el seguimiento de la relación del profesor con los padres
del alumno, la participación del profesor en las actividades del centro, y el
resultado educativo obtenido por el centro».
En base a estos siete
criterios, los profesores, defiende Marina, «deberían obtener un plus económico
sobre su salario base. No puede ser que los profesores tengan
prácticamente toda su vida profesional el mismo salario, que solo lo mejoren
por la antigüedad. En el estatuto del funcionario ya figura en el artículo 27
la posibilidad de establecer incentivos».
Establecido o no en un
estatuto, Marina es consciente de que sus propuestas generarán
muchos recelos en el profesorado. «A todo el mundo le cuestan mucho los
cambios, se resiste a salir de su zona de confort. Por eso hay que dedicar
tiempo a concienciar a los principales protagonistas de la Educación, que son
los profesores, de que hay que abordar esta reforma. Hay que solucionar el
problema de cómo atraer a los mejores a la enseñanza», reconoce Marina a este
diario.
Grabar las clases es
una de las propuestas que el propio Marina asume que provocará una fuerte
contestación. «Es un disparate que el 40% de los profesores españoles
reconociese en el informe Talis de la OCDE que nunca les habían dicho si
estaban dando bien o mal las clases y que ellos tampoco habían estado nunca en
la clase de un compañero. En el resto del mundo la tendencia es a evaluar las
clases. La Fundación Bill Gates ha grabado ya 20.000 horas de clase para
analizarlas». En esta línea, Marina defiende en su Libro Blanco acabar con el
«secretismo» de las clases. «Las clases tienen que ser públicas. Si no, es
imposible progresar porque no hay modelos en los que fijarse», asegura a ABC.
Al margen de este
sistema de evaluación del profesorado basado en siete puntos, Marina también
apuesta por un diseño docente que divida la profesión docente en dos grandes
apartados: la gestión académica y la gestión educativa. La idea es que un
buen profesor no tiene por qué ser un buen gestor de centros y que hay que
detectar a unos y a otros para que asuman lo que realmente mejor saben hacer. Y
formarlos para ello. «En España tenemos un gran problema con la designación de
los directores de centros. Hay que profesionalizar, como ha hecho Cataluña, esa
figura. Incluso habría que crear un cuerpo de élite de directores
especializados en centros realmente conflictivos».
Nuestro sistema educativo
Las propuestas de José
Antonio Marina han coincidido con la presentación estos días de la encuesta
de Gallup para la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación 2015 que se
celebra en Doha. En ella se identifican los retos del sistema educativo de 149
países, entre los que se encuentra España. En este exhaustivo trabajo se ha
preguntado a 1.550 miembros de la comunidad educativa sobre la Educación en sus
respectivos países. Y algunas de sus respuestas merecen una reflexión.
Entre estas, y
referidas a España, las más llamativas son que solo un 19% está contento con el
nivel educativo de España y que un 53% considera que mejorar la calidad de los
profesores de Primaria y Secundaria es uno de los grandes restos de nuestro
sistema educativo.
Respecto de cómo atraer a los
más cualificados a la docencia, un 77% está de acuerdo en que hay que ofrecer
oportunidades de desarrollo profesional; Si se les pregunta si vincular los
salarios a sus rendimientos también conseguiría retener a los mejores en la
enseñanza, un 43% dice que está de acuerdo. Y si la propuesta es subir los
salarios, un 47% también respalda esa fórmula
No hay comentarios:
Publicar un comentario