La escuela del futuro abrió sus
puertas en Finlandia
Hace tiempo que
los psicólogos infantiles dicen que basta con cambiar el enfoque que
se tiene con respecto a la educación y los niños empezarán
a amar la escuela, y es que a fin de cuentas casi
todos los niños de edad preescolar dicen que ya quieren sentarse
en los pupitres, y correr a las lecciones con sus mochilas
(todos en Genial.guru fuimos así algún día) pero
ya en las primeras semanas muchos de nosotros sufrimos una gran
decepción cuando notamos que la escuela es un lugar para
sentarse y estar en silencio, no muchos juguetes
ni demasiado tiempo para jugar.
En la escuela
Saunalahti que se encuentra en la ciudad finlandesa
de Espoo decidieron cambiar un poco la historia: para empezar
el edificio en el que se ubica la escuela es muy
diferente a nuestra idea típica de escuela, esta más bien parece
un museo de arte moderno. Los profesionales de VERSTAS
Architects se alejaron de la aburrida estructura típica
y del acostumbrado diseño de las aulas.
Ubicada
en un territorio de 10500 metros cuadrados están las escuelas
primaria y secundaria, así como el área de preescolar,
el club de los estudiantes, el teatro, el comedor,
la biblioteca, el gimnasio y mucho más. La formación
se lleva a cabo en un ambiente relajado, cada niño
se sienta donde quiere y se alienta la comunicación entre
los estudiantes durante las lecciones.
La mayor
parte de las lecciones se realiza en grupos de trabajo,
cada niño tiene la posiblidad de sentarse en una silla como
de oficina que se regula a su altura y puede
deslizarse hasta el otro extremo del salón. Los que así lo prefieran
pueden sentarse en pequeños sillones que están equipados con una pequeña
mesita para el ordenador portatil. El ordenador, a su vez
reemplaza la pizarra típica y está conectado a una red común.
El comedor
es el lugar de encuentro de todos los participantes del
proceso educativo, además tiene un escenario para realizar conciertos,
fiestas y festivales.
El patio
de juegos está muy bien equipado para que los niños de diferentes
edades puedan divertirse allí durante el descanso.
En las
tardes la escuela se convierte en un centro lúdico
y de deportes para todos los residentes del barrio y tienen
lugar talleres, gimnasio y diferentes clubes.
Para las
terminaciones de los interiores y fachadas de los edificios, los
arquitectos utilizaron materiales ecológicos que crean un ambiente cálido
y confortable. Los ladrillos exteriores de la escuela fueron
colocados de forma diferente, en desorden en algunos lugares
para los niños los toquen y experimenten diferentes sensaciones. Las áreas
comunes dedicadas a la movilidad están pintadas de colores
brillantes, cada una de un color especial, así es imposible
perderse.
Los espacios
abiertos están conectados con zonas internas asignadas a cada grupo
de edades pero todas son parte de una sola. Los creadores del
proyecto están seguros que si se instalan barreras los niños querrán
traspasarlas, por eso el territorio de la escuela está abierto,
no hay vigilantes ni detectores de metales. Sí, hay cámaras
de video pero todas las medidas de seguridad pasan desapercibida
Las grandes
ventanas con vista a la naturaleza y al patio
de juegos ayudan a los niños a interactuar con el medio
ambiente ya que los corredores están ubicados de tal manera que
no se tenga la sensación de estar encerrado entre cuatro
paredes.
Los niños que van
a las escuelas que se alejaron del método clásico de formación
disfrutan de un buen rendimiento académico, bajo (o nulo) nivel
de estrés, lo que es poco común para chicos
de su edad. Además, todo el sector se ve beneficiado
ya que se trata de un centro educativo para todas las
edades (de día los niños y en las tardes los adultos)
en el que los vecinos pueden interactuar.







Indudablemente una propuesta innovadora y sorprendente, un acierto. De alguna manera nos motiva pensar que se puede llegar ahí.
ResponderEliminarTodos deberiamos seguir ese ejemplo , no mostrar una escuela como una "carcel" para niños
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