El ovetense Pablo Menéndez Pato ha sido nombrado mejor
profesor de Luisiana
9 enero 2016
¿Cómo llega un asturiano a convertirse en el mejor profesor del
estado de Luisiana? Pues la clave la tiene Pablo Manuel Menéndez Pato, ovetense
de la generación de 1980 que creció en el barrio de El Cristo –en su infancia,
bastante más pujante que en estos tiempos– y que fue alumno del colegio público
La Gesta, donde compartió pupitre «con otros personajes tan dispares como Su Majestad
la Reina doña Letizia y el cantante Ramón Melendi. Y, ya después, estudié en el
instituto Aramo y en la Facultad de Magisterio. Así que, como se ve,
geográficamente, todo queda en casa».
Pero, además de aplicarse en los libros con provecho, Pablo fue
un buen deportista que jugó al fútbol en el Club Masaveu y al rugby en los
clubs Cowper, Oviedo y Universidad de Oviedo. Como se ve también, una biografía
de lo más capitalina hasta que, en 2005, hizo una oposición en Sevilla y obtuvo
plaza como maestro de inglés en Cádiz, donde trabajó desde entonces hasta 2008.
Fue en ese año cuando, a través de un colega de profesión,
escuchó hablar del Programa de Profesores Visitantes en Estados Unidos y Canadá
y decidió «probar suerte echando la solicitud». Y así, después de un complejo
proceso de entrevistas de varios meses, llegó la respuesta: fue aceptado y
destinado a Nueva Orleans, la ciudad más grande del estado de Luisiana, puerto
del río Misisipi, cuna de ilustres como Louis Armstrong o Tennesse Williams y famosa
por su multiculturalidad y festivales como el Mardi Gras, donde reside desde
2008.
Un aterrizaje que, por otra parte, no fue lo que se dice suave
porque, a los diez días de llegar, tuvo que ser evacuado por culpa del huracán
Gustav. Y, desde entonces, ya ha vivido tres, aunque, afortunadamente, se libró
del Katrina, que asoló la ciudad tres años antes de que él hiciera la mudanza.
Allí trabaja «como maestro tutor de segundo y tercer grado de
Primaria impartiendo clases de Matemáticas, Ciencias, Sociales y ‘Spanish’»,
pero, «aparte de la tarea en el aula es muy importante el trabajo fuera de
ella», algo en lo que los estadounidenses nos llevan ventaja. Y, por si eso
fuera poco, también imparte clases «a futuros maestros y profesionales recién
llegados a Luisiana desde varios países del mundo. Desde Bélgica a Francia
pasando por Canadá o China». Por todos esos méritos, ha sido nombrado «mejor
maestro de Primaria del estado de Luisiana», donde hay nada menos que 700.000
alumnos y 50.000 docentes.
Pero el proceso no fue fácil:«Primero, fui nombrado mejor
maestro de mi escuela gracias a las excepcionales notas de mis alumnos en los
últimos test estatales y nacionales y también gracias a las evaluaciones de mis
superiores mediante observación directa en el aula. Y, después, fui elegido
mejor maestro de la parroquia de Jefferson. Olo que es lo mismo:Jefferson
Parish». Porque, en Luisiana –precisa– «no hay condados como en otros estados
toda vez que la herencia francesa les dejó como legado las ‘parish’. Es decir:
parroquias. Y, para lograr ese nombramiento tuve que realizar un proyecto que
me llevo varios meses de trabajo y que hoy en día es utilizado por la
Universidad y el Jefferson Parish para formar a nuevos maestros, todo un
orgullo para mí».
El último paso, cuando de 50.000 ya solo quedaban nueve
candidatos, fue una fase de «entrevistas con altos cargos de la educación en
Luisiana». Y, de nuevo, bingo. Así que Pablo se puso la pajarita y recogió su
título «en una gala digna de los premios Oscar con alfombra roja, actuaciones
musicales y cómicas, gran cena… En fin, todo ‘made in América’». Porque allí
«les encanta una ceremonia».
Casado con una ciudadana americana y con dos hijos, no oculta,
eso sí, que algún día quiere volver a Asturias, la que nunca se olvida. «De
hecho, para mí sería un gran final poder retirarme como director en La Gesta,
la escuela en la que empezó mi vida académica. Aunque, de momento, pienso
aprovechar este tirón y quedarme unos cuantos cursos más». Por no mencionar
que, si volviese, tendría que ser a Cádiz», donde tiene su plaza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario